El olimpo era la morada de los dioses griegos que acompañaron a esa civilización durante toda su existencia, interviniendo como corresponde a cualquier Dios en los asuntos más mundanos. Pero, ante el declive final de la Grecia clásica, los dioses comenzaron a buscar un nuevo pueblo a quien servir y de quien servirse. Durante siglos evaluaron diversas culturas hasta que, exhaustos dicen los escépticos, encontraron en estas tierras un lugar disponible. Por el año 1880 en nuestro país, se consolidaba definitivamente el Estado y empieza la búsqueda del reconocimiento internacional. Como quien dice, la necesidad de unos resolvía la necesidad de los otros.
El olimpo era la morada de los dioses griegos que acompañaron a esa civilización durante toda su existencia, interviniendo como corresponde a cualquier Dios en los asuntos más mundanos. Pero, ante el declive final de la Grecia clásica, los dioses comenzaron a buscar un nuevo pueblo a quien servir y de quien servirse. Durante siglos evaluaron diversas culturas hasta que, exhaustos dicen los escépticos, encontraron en estas tierras un lugar disponible. Por el año 1880 en nuestro país, se consolidaba definitivamente el Estado y empieza la búsqueda del reconocimiento internacional. Como quien dice, la necesidad de unos resolvía la necesidad de los otros.