Solo dos cosas se pueden pensar y decir sin hablar del concepto en sí, ellas son la muerte y la nada. No pocas veces se intentó intercambiar sus significados pretendiendo un súbito silogismo entre estos dos y la tristeza. O bien, definirlos como sinónimos. Sin embargo, las múltiples aplicaciones prácticas que poseen ambas categorías nos confirman la locura subyacente.
Solo dos cosas se pueden pensar y decir sin hablar del concepto en sí, ellas son la muerte y la nada. No pocas veces se intentó intercambiar sus significados pretendiendo un súbito silogismo entre estos dos y la tristeza. O bien, definirlos como sinónimos. Sin embargo, las múltiples aplicaciones prácticas que poseen ambas categorías nos confirman la locura subyacente.