Existen dos tipos de frustraciones. Las primeras, tal vez las más notorias, son las que llamaremos patentadas. Las segundas son las genéricas. Para explicarlas, utilizamos la terminología, a modo metafórico, de los laboratorios con respecto a los medicamentos que producen, ¿porque acaso no es verdad que muchas de las frustraciones contemporáneas se “curan” con pastillas o remedios?
Existen dos tipos de frustraciones. Las primeras, tal vez las más notorias, son las que llamaremos patentadas. Las segundas son las genéricas. Para explicarlas, utilizamos la terminología, a modo metafórico, de los laboratorios con respecto a los medicamentos que producen, ¿porque acaso no es verdad que muchas de las frustraciones contemporáneas se “curan” con pastillas o remedios?